NOCTURNO

Cuando tanto se sufre sin sueño y por la sangre
se escucha que transita solamente la rabia,
que en los tuétanos tiembla despabilado el odio
y en las médulas arde continua la venganza,
las palabras entonces no sirven: son palabras.

Balas. Balas.

Manifiestos, artículos, comentarios, discursos,
humaredas perdidas, neblinas estampadas.
¡qué dolor de papeles que ha de barrer el viento,
qué tristeza de tinta que ha de borrar el agua!

Balas. Balas.

Ahora sufro lo pobre, lo mezquino, lo triste,
lo desgraciado y muerto que tiene una garganta
cuando desde el abismo de su idioma quisiera
gritar lo que no puede por imposible, y calla.

Balas. Balas.

Siento esta noche heridas de muerte las palabras.

Rafael Alberti

OMG!

El día de ayer fue para esto y más.
Os lo he contado a tod@s, no quiero andar repitiéndolo. Solo confío en que esto supongo que por ahí esperandome habrá un día en el que la buena suerte me persiga, todo me salga bien y vuelva el equilibrio.

Video ilustrativo

Como ejemplo al frikismo referido en la entrada anterior, este video.
Me ha entrado un serio descojone tras verlo, lo que parece indicar que mi salud mental no está en óptimas condiciones...

Sí, soy un friki

Durante años, he vivido una doble vida.

De dia, me comporto como una persona normal pero... de noche vivo una vida de regocijo, de lecturas apasionantes, de niveles infranqueables, de latidos ininterrumpidos, dados, joysticks y adenalina.

Y, dicha sea la verdad, una vida de virtud dudosa y coleccionismo acerrimo.

No lo voy a negar. He estado envuelto por la violencia, incluso la he buscado.

He mutilado y asesinado a mis enemigos, y no tan solo en defensa propia.

He mostrado un total desapego por mi vida, mi integridad, mi propiedad, mi sueldo... y he saboreado cada instante.

Al mirarme nunca lo dirias pero... he liderado ejercitos, he luchado contra orcos, he destruido seres preternaturales y he conquistado mundos.

Y aunque para lograrlo haya tenido, a veces, que dejar de un lado la moralidad... no me arrepiento.

Porque he llevado una doble vida y, al menos puedo decir... que he vivido.

Nuevo intento :P

Vagancia.

Vagancia, sí.

Anda, no me vengas ahora con otro puñado de excusas porque sabes que es eso: vagancia.
Es verdad que hay poco tiempo, es verdad que no siempre hay de qué hablar... pero igual de cierto es que a veces estás sin hacer nada y con algo que contar y, por no entrar, lo dejas pasar hasta que ya no tiene sentido publicarlo.

Señor Asiertxo, por favor, un poquito de constancia.
Puede que en realidad no le importe a nadie.
Puede que al final nadie lo lea... pero sabes que te gusta pensar que sí.

No dejes que la vagancia te derrote: ¡RETOMA EL BLOG!