17 diciembre, 2006

Los niños hacen lo que ven

Qué cierto es.
Todo el mundo ha tenido un hermano mayor, un primo, un vecino, un amigo al que le hubiera gustado parecerse.
Puede ser que transcurrido el tiempo se diera cuenta de que no era un buen modelo a seguir. Que cambiase los objetivos.
Puede ser que, finalmente, el admirador llegase mucho mas lejos que el admirado.

Pero también es verdad que frecuentemente, nos damos cuenta que la influencia que hacemos sobre los pequeños es algo peligroso. Peligroso en el sentido de delicado, sensible... enseguida puede dejar de ser algo agradable para convertirse en nociva.
Es común, por ejemplo, que cuando una profesora tiene problemas con un alumno, se encuentre con unos padres impresentables que defienden a su hijo, con las mismas malas formas que utiliza este, evolucionadas.

Por ello deberíamos tener cuidado.
Yo, personalmente, me he encontrado en partidos a padres dando el espectáculo delante de sus hijos. Padres que cuando el hijo llama a otro hijo de puta, o le pega.. todavía protestan y me ponen verde a mí por la expulsión.
Padres que montan el pollo del infierno en una tienda, cuando saben positivamente que no tienen razón, solo para demostrar a sus hijos que con malas maneras y violencia, puedes pisotear a la gente que tiene algo de buena voluntad.

Desde aquí elevo mi queja contra estos padres, que no merecerían si de mi dependiese ni de ese calificativo.
El problema es que sus vástagos, educados a su imagen, serán en un futuro a su vez nuevos padres, y el proceso nunca se detendrá.

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