13 diciembre, 2006

Mort Cinder

La viuda de un coronel retirado, la señora Garzón, me trajo las antiguedades. ¿Cómo no aceptarlas? De una ojeada estimé que algunas podian ser auténticas... otras no valían un chelín. Calculé que todo el lote podría costar unas 50 guineas. Ofrecí 10. La señora Garzón aceptó sin dudar. Pagué.
Negocios son negocios.
Así empieza la historia: un anticuario londinense al que el destino hace conocer a Mort Cinder, el hombre eterno.
Éste se perpetúa por el tiempo muriendo y resucitando, por lo que estuvo presente en muchos hechos del pasado del hombre, como ser la construcción de la Torre de Babel, la batalla de las Termópilas o la Primera Guerra Mundial. La historieta se divide en pequeños cuentos en el que Mort le relata a Ezra Winston, el anticuario, sus aventuras, a partir de objetos que encuentra en la tienda de Ezra, aparte del primer cuento que narra la historia del encuentro de Ezra con Mort.
Destaca magistralmente el capítulo en el que trata la Batalla de Termópilas. En competencia directa con otra obra maestre del comic (proximamente adaptada a la gran pantalla) sobre el mismo tema: el 300 de Frank Miller.
Es del tipo de cosas que hay que recomendar porque la mayoría de la gente no conoce. Si os gusta el comic histórico, teneís que leerlo.

No hay comentarios: