28 noviembre, 2006

Almansa: Puerta de Levante

Almansa es una ciudad de la provincia de Albacete (España), que se encuentra a 73 km de la capital. Su población ronda los 25.000 habitantes.
Y allí, hace mucho tiempo, casi fuera del límite de mi memoria, estuvo mi más tierna infancia.

Desde el punto de vista físico, Almansa se encuentra en la zona donde se unen los sistemas montañosos ibérico y bético, que han dado lugar a una llanura situada a unos 700 metros sobre el nivel del mar, con unas montañas que la ciñen, pero que dejan unos pasillos de acceso hacia la Meseta y el Levante configurando el llamado "Corredor de Almansa", considerado como uno de los 17 pasos naturales de la Península.
Su situación geográfica es Latitud 38º 51´ N, Longitud 1º 05´ O.

Esta especial situación geográfica ha originado la dotación de una importante infraestructura de comunicaciones, que configura a Almansa ciudad como un estratégico enclave de comunicaciones desde el centro peninsular a la zona levantina.

Esta obligada y favorable comunicación en ambos sentidos ha reunido en Almansa las influencias del Levante y la Meseta, forjando la peculiar personalidad de la ciudad y diferenciándola en buena medida del resto de las ciudades manchegas de cuya región forma parte.


Almansa es una población de remotos orígenes y se puede afirmar que en época musulmana ya era una localidad de cierta importancia. Es probable que hacia 1241, año de ocupación de Chinchilla, Almansa se entregara al príncipe don Alfonso, en época de Fernando III. Tras diversas circunstancias, como toda la zona, entró a formar parte del señorío del infante don Manuel, y después de su hijo don Juan Manuel, quien concedería numerosos privilegios y mercedes a esta villa, ratificados por distintos monarcas castellanos y aún continuados por los marqueses de Villena, los de Aragón y los Pacheco.

En 1476, Almansa ya se ha incorporado definitivamente a la Corona de los Reyes Católicos como otras poblaciones del marquesado.

Es sabido que en las cercanías de esta localidad se libró una importante batalla en 1707, La Batalla de Almansa durante la Guerra de Sucesión, decisiva para el asentamiento de Felipe V en el Trono de España. En conmemoración de ella se levantó, en el siglo XVIII, un monolito hoy no conservado. Desde 1778 y por merced de Carlos III esta antigua villa pasó a titularse Ciudad.

El urbanismo de esta población viene configurado, principalmente, por toda una serie de callejuelas que circunvalan la enorme roca que está coronada por su célebre castillo. Está declarado conjunto histórico-artístico. Lo más característico del perfil de la ciudad es el castillo, espectacularmente erguido sobre el llano, el mejor conservado de la provincia.

Los orígenes del Castillo de Almansa se remontan al período almohade, cuya forma característica de construcción, el tapial, queda hoy patente en alguno de sus muros, siendo esta parte la más antigua conservada en el castillo.

No hay comentarios: