28 noviembre, 2006

Osamu Tezuka - ADOLF

Osamu Tezuka (手塚 治虫, Tezuka Osamu, Osaka 3 de noviembre de 1928 - 9 de febrero de 1989) fue un dibujante de manga y animador japonés, creador del personaje Astroboy. Gracias a su prolífica producción y a sus técnicas pioneras (como el paso de las historietas que apenas ocupaban unas viñetas a los story manga (o mangas de larga duración con una trama mucho más elaborada) y al formato tankoubon (el que actualmente triunfa en todo el mundo para la edición de manga), a menudo se le llama el "padre del manga" o incluso el dios del manga (漫画の神様 manga no kamisama). Además, uno de los rasgos más característicos de la animación y el manga japonés (siendo el shojo el máximo exponente de esta característica), los ojos desproporcionadamente grandes, es uno de los más importantes legados de Tezuka al manga, influenciado en buena parte por los dibujos animados de Walt Disney.

Entusiasmado por el género de la animación y los trabajos de Disney (quienes crearan una de sus mejores obras (El Rey León) basándose en una de las grandes obras de Tezuka, Janguru Taitei) comenzó a dibujar cuando aún era un niño. Profundamente marcado por los horrores de la Segunda Guerra Mundial, desde el primer momento procuró transmitir con sus dibujos mensajes optimistas y humanitarios. Su primer trabajo de importancia lo hizo a los 20 años. Fue la serie Shin Takarajima ("La nueva Isla del Tesoro"), pero hasta los años 50 no surgieron la mayor parte de sus grandes y famosos personajes, como Janguru Taitei ("Kimba el león blanco"), Tetsuwan Atom ("Astroboy") y el no menos famoso Ribbon No Kishi ("La princesa caballero"), considerado el primer manga del género shojo de la historia.

El éxito continúa en las siguientes décadas, con series como Hi no Tori ("Fénix", 1954), Black Jack (1973-84), Buddha (1972-83) y Adolf (1983), su última obra.

La carrera de Tezuka dio un giro profundo con la culminación de la serie MW (1976 - 1978), en la que abordó temas muy poco frecuentes en el manga de la época, como la homosexualidad, la corrupción política o las armas químicas.

Tezuka también fue uno de los pioneros de la animación japonesa, pero antes de 1963 no consiguió hacer versiones de sus famosos mangas. En este año creó su propia empresa, Mushi Productions, con la que creó la primera serie de dibujos animados de Japón: Tetsuwan Atom ("Astroboy", que contaría con dos revisitaciones en años posteriores). Luego vendrían Janguru Taitei ("Kimba el león blanco"), Ribbon no Kishi ("La princesa caballero")... Todas ellas fueron grandes éxitos, lo que no impidió que su productora, tras repetidas crisis financieras, se viese forzada a cerrar su estudio de animación a mediados de los 70.

Tal fue el impacto de sus creaciones y de sus obras que a día de hoy la base de su estilo perdura en los autores japoneses y en sus creaciones, y los personajes que él dio a luz con su pluma siguen viviendo en la cultura popular de Japón, donde se puede encontrar en las librerías la gran mayoría de todas sus obras. Además, sus cómics han sido traducidos a decenas de lenguas, entre ellas el español.

Osamu Tezuka falleció el 9 de febrero de 1989 (dejando así inacabadas las obras a las que dedicaba su maestría entonces, Ludwig B y Neo Faust, mientras que su obra Hi no Tori la acabó tan sólo un año antes de su muerte, tras más de 30 años desde su inicio (1954)), estimándose que realizó en vida aproximadamente unos 700 mangas (llevaba a cabo los guiones de varios mangas de manera simultánea y en un corto espacio de tiempo, ya que era un prolífico mangaka muy desprestigiado por algunos de sus compañeros coetáneos, pero cuyas obras superaban con mucho la calidad de éstos), dibujó más de 150.000 páginas y realizó más de 60 películas en 35 años. A su muerte fue aclamado como "el dios del manga", perpetuando así su impacto en la historia y la cultura de todo un país y de generaciones de lectores y autores.

ADOLF

La última obra de Osamu Tezuka es extremadamente ambiciosa. El autor se atreve con una trama que se inicia en los juegos olímpicos del año 1936, sigue el transcurso de la Segunda Guerra Mundial y culmina con el inicio del conflicto palestino-israelí. Casi nada.

Adolf narra la historia de tres personajes cuyo nexo en común es su nombre. Por un lado Adolf Hitler, quien, obviamente, es un personaje esencial en la obra, aunque apenas protagonice algunas páginas del cómic. Adolf Kamil es el segundo tocayo, un muchacho que vive en Japón y soporta el acoso de sus compañeros de colegio por su condición de judío. Por último, Adolf Kauffmann, de madre japonesa y padre alemán, que se ve obligado a abandonar Japón para ingresar en las filas de las Juventudes Hitlerianas.

El narrador de la historia es Toge Sohei, un periodista japonés involucrado en un turbio asunto de Estado. Durante su estancia en las Olimpiadas celebradas durante el Tercer Reich, matan a su hermano. Toge investiga lo ocurrido y descubre en su camino un complot contra Hitler: su hermano había conseguido unos documentos oficiales que demostraban la ascendencia judía del Führer. Ahora es Toge quien tiene dichos papeles y debe huir del despliegue de agentes que pretende liquidarle. Con esta premisa, Tezuka consigue hilar de manera magistral la historia del periodista con las de los tres tocayos.

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